martes, 20 de noviembre de 2007

DOS POEMAS INÉDITOS DE P. CAMINOTTI


Cuando todo es mentira… cuando la risa es llanto y sólo encuentro entre los recuerdos un par de dedos apretados... cuando no entiendo por qué el tiempo nunca vuelve hacia atrás... cuando la muerte colma mi paciencia y mi lenta mente recuerda lo peor.... la agonía en esa silla esperando un diagnóstico de mi vida, una respuesta a mis tantas preguntas... mi lenta mente recuerda ... que alguien una vez le prometió la pastilla que calmaría tanto dolor...mi lenta mente recuerda las promesas en pausa ..mi lenta mente recuerda, recuerda, recuerda y ya no, ya no...


El límite entre mis dedos y el teléfono, un recuerdo inesperado de lo ansiado, un ruego continuo de lo que consume mis plataformas... me derriba desde lo alto… baja desaforadamente entre mis pechos una arena fina que repite la escena anterior...tus dedos entre mis noches... me confundo de año, veo espejos en mi cama desnuda… mi locura me recuerda a la otra vida ...en la que también te conocí, en la que también te amé, te presentí... te necesité y tampoco te olvidé ... El límite de mis dedos y el beso apretado…


Los cuadros pertenecen a la colección permanente del Museo de Bellas Artes de la ciudad de Tucumán.


Centro de Estudios Culturales de leones, Pcia de Córdoba.

martes, 13 de noviembre de 2007

LA POLÉMICA SOBRE LOS CAMINOS




Existe una leyenda sobre los orígenes de Leones que no es exclusiva de la ciudad. La misma posee las claves para descifrar cómo la zona comienza a comunicarse a través de una red de caminos. El relato oral, recogido por Marta Núñez en su libro Leones, en el pasado y presente, publicado en la década de los ’80 también por el periódico Nuevo Día, narra que alrededor de 1835, “una tropa de carretas, que iba a Rosario, proveniente de Tucumán, fue advertida antes de llegar a Saladillo de un inminente ataque de los salvajes, ocultos en las proximidades de Fraile Muerto. Desvió su recorrido alejándose del Camino Real, y se internó en el llano, al sud, donde descubrió una tapera habitada por un viejo criollo” que los protegió contra el malón. De acuerdo al texto, ese rancho estaba habitado por Don León con su familia y localizado en el espacio que hoy conforma Leones. El relato es, sin embargo, impreciso y erróneo. Porque la zona comienza a comunicarse desde el siglo XVII a través del Camino Real con un recorrido que vinculaba Buenos Aires, Pergamino, Cruz alta, Saladillo, Fraile Muerto (hoy Bell Ville) y Córdoba (véase mapa), al sudeste de la provincia de Córdoba, sin una conexión directa con el actual Rosario hasta el S XIX, puesto que la ciudad aún no existía. Si el desvío de las carretas es el que menciona el relato, desde el Camino Real, antes de llegar a saladillo en dirección a Rosario, esa curva queda fuera del alcance de la actual Leones, ubicada al norte y no al sur del Camino real. Un trabajo reciente, Nuestra Parroquia de Margarita Mollar, Marta Ghione de Fauro y Norma Moroni de Bastino, incopora mapas del curato de Río IV en 1810 y de la Provincia de Córdoba en el año 1871. El relato oral recogido por Núñez da cuenta del viaje asediado por el malón en la década de 1830, en la fecha media de estos dos mapas. Por entonces, Rosario comienza a constituirse en un importante centro comercial. Ciudad de fundaciones inventadas, a la vera del Paraná, comenzó a pujar en la economía nacional, según La historia de rosario de Falcón-Stanley. Desde ese momento, y sobre todo por la salida por el Paraná hacia Buenos Aires, lo cual implicaba una gran disponibilidad de mercaderías importadas que a las elites cordobesas atraían sobremanera y la posibilidad de traslado de la producción exportable, se hizo imperiosa la comunicación entre Córdoba y Rosario. El mapa de 1871 recogido en Nuestra Parroquia demuestra la existencia de un Camino del Rosario, que corría en paralelo a la hoy ruta Nac. Nº 9; la cual guardaría, según interpretaciones históricas recientes alguna similitud en su trazado al camino de Timoteo Gordillo abierto desde 1854, con un sistema de 26 postas. Sin embargo, de lo que no podemos dar cuenta hasta el momento es si El camino del Rosario es el abierto por Timoteo Gordillo a partir de 1854 o si, por el contrario, se trata sólo de uno paralelo al mismo. De la resolución de esta incógnita pende la historia de la zona y la de Leones. Porque si la primera alternativa es la válida, el relato oral recogido por Núñez demuestra que el Camino que se recorría no era el Real, sino El camino del rosario y que, cuando la diligencia cambia su recorrido al sud, entonces, puede resultar verosímil la presencia de un rancho en la llanura, más o menos en el sitio donde hoy se ubica Leones; lo cual, por otro lado, reforzaría la teoría sobre la nomenclatura de la ciudad, derivada de la presencia de Don León con su familia en el rancho. Pero si, por el contrario, ese camino era uno paralelo y diferente al de Gordillo, no se explica la necesidad de abrir otro que es resaltada por todos los historiadores zonales. Para Leones las consecuencias de develar o no este interrogante son cruciales, si el Camino de Gordillo es el del Rosario (lo cual es poco probable), se desbaratarían las hipótesis de su origen asociado a La posta Los leones y estaría mucho más vinculado al trazado de las vías férreas que a la misma. La posta no habría existido jamás y la ciudad sería sólo el producto del ferrocarril. De lo que no cabe duda es que el camino del cual da cuenta el relato oral es El camino del Rosario, que sólo así la diligencia puede haber desviado su recorrido y haberse topado más o menos con el espacio de Leones en la actualidad. Esto se comprueba en el hecho de que en el mapa de 1871, existe un camino que describiría el desvío desde El camino del Rosario hasta Leones. Las consecuencias de la revelación de este misterio son enormes: para la zona, porque no sabremos si fueron el sistema de postas de Gordillo o no, quienes le dieron origen o, por el contrario, sólo el ferrocarril.

Los colores de caminos y desvíos del texto señalan las referencias del mapa.


Centro de Estudios Culturales de leones, Pcia de Córdoba.

jueves, 1 de noviembre de 2007


Muchos nos han preguntado por qué Juan L. está con los escritores de la zona, puesto que es entrerriano. La respuesta es doble: porque Juan está con todos los escritores de cualquier zona, porque él, junto con Saer, Di Benedetto y Tizón, han permitido que, otra vez en el sistema literario argentino, emergieran las percepciones de una zona no porteña. Y, por otro lado, porque el río que se metió en su poesía y que él metió en ella, es la vértebra a la cual afluye o se funde también la zona de la ruta 9. Otros lo han dicho: una zona es imprecisa y no se puede saber nunca cuáles son sus límites, porque a ellos, los ponemos nosotros.



Centro de Estudios Culturales de leones, Pcia de Córdoba.